martes, 12 de enero de 2016

Salvatierra: “Encuesta marca una tendencia, una imagen del momento”



La senadora por el departamento de Santa Cruz, Adriana Salvatierra (MAS), se refirió a los resultados de las últimas encuestas publicadas por Equipos Mori, para varios medios de comunicación, señalando que las mismas solo marcan una tendencia del voto y no así el resultado final del referéndum del 21 de febrero.

“Estas encuesta marcan una tendencia, una imagen del momento, en definitiva no significa un resultado final, independiente de los márgenes de error, nosotros enfrentamos una diferencia de 4, 5, 7 por ciento de diferencia cuando las encuestas no llegaban ni al 25 por ciento, es asombroso que la gente muestre su indiferencia, nos enfrentamos a resultados diferenciados, hay que hacer mucho énfasis, pese a que el voto en el área rural es consolidado, no se lo debe tratar como una prebenda política, nosotros sacamos a la gente en un buen porcentaje de la extrema pobreza”, dijo Salvatierra.

En la ocasión la legisladora destacó el trabajo que viene realizando el presidente Evo Morales en temas de extrema pobreza, plan de viviendas, servicios básicos, entre otros; gracias a las múltiples visitas a cada municipio del departamento de Santa Cruz.

“Yo creo que hay diferencias marcadas en las gestiones públicas, no enfrentamos en las provincias porque había diferencia muy alta en la pobreza extrema, el Presidente recorrió todos los municipios de Santa Cruz, creo que nos falta en garantizar mejores condiciones, elementos básicos en las ciudades, el transporte urbano”, enfatizó.

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jueves, 7 de enero de 2016

ÁRBOL PÚBLICO URBANO - BOLIVIA

C. Eduardo Del Castillo Del Carpio
Abogado – Militante Columna SUR


El Medio Ambiente no es solo el área rural, o semi-urbano, sino, todo nuestro espacio territorial, donde también se encuentran las manchas urbanas, las mismas que se han transformado en los principales sitios de contaminación y generadores de calor, razón por la cual, es necesaria la implementación de políticas gubernamentales que mitiguen los efectos nocivos que generan estas grandes extensiones territoriales, en atención a que todas las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable, protegido y equilibrado, que permita a los individuos y colectividades de las presentes y futuras generaciones, además de otros seres vivos, desarrollarse de manera normal y permanente, tal como lo establece el Art.33 de la Constitución Política del Estado Plurinacional.

Y en virtud a que el árbol  público urbano (APU), a medio camino entre la naturaleza y la arquitectura, viene ejerciendo funciones depuradoras  y purificadoras de carácter ambiental y no solo ha desarrollado funciones ornamentales y paisajísticas, si no también, viene ofreciendo abrigo y protección para la fauna y la flora, con lo que se garantiza, como consecuencia lógica, una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos.

Al respecto, cabe señalar que Bolivia, figura como uno de los países con más árboles per cápita del mundo, donde existen en total 59.277 millones de árboles, esto equivale a 5.465 árboles por cada persona que habita el territorio y 54.410 árboles por kilómetro cuadrado, señalando que el promedio de árboles per cápita mundial del mapa de árboles es de 422 por habitante.

Sin embargo esta riqueza, no es visible en el área urbana, razón por la cual, se vio la necesidad,  la creación de un proyecto de ley, que pretenda, no solo mantenerse en el ranking mundial referido con antelación, sino procurar que todos los estantes y habitantes del área urbana pueden acceder a los principales beneficios de un Árbol Público Urbano,  quienes se convierten en generadores de Salud, al producir oxígeno y reducir la contaminación al absorber el dióxido de carbono (CO2), con lo que también nos ayuda a combatir el cambio climático, además de ser sumideros de carbono, sus hojas atrapan partículas tóxicas suspendidas en el aire, reduciendo también la polución acústica generada en las grandes extensiones urbanas.

Entre otras de las cualidades que nos otorga un “APU”, es regular el clima a su alrededor, con lo que nos ayudan a soportar el frío y el calor, tanto dentro, como fuera de casa, produciendo un habitad saludable, ciudades más habitables, asimismo, previenen la escorrentía, debido a que drenan las aguas cuando hay lluvias previniendo su contaminación y/o minimizando la erosión del suelo, deslizamientos de laderas, al mantener el terreno el su lugar.

Expuesto esto, el Colectivo Árbol, COLUMNA SUR, la Lic. Eliana Torrico,  el Senador Juan José Ric y mi persona, se sentaron a idealizar un mecanismo que coadyuve en la garantización de un Medio Ambiente sano para las futuras generaciones, dentro de estas manchas generadoras de contaminación y calor, a través del Estado; después de varias jornadas de análisis -revisando minuciosamente nuestro ordenamiento jurídico nacional-, e incansables debates, se logró, de manera consensuada, elaborar el proyecto de ley “Árbol Público Urbano”, denominado así también, Ley “APU”, proyecto que contiene 15 artículos, 2 disposiciones transitorias y una disposición adicional.

Este proyecto de ley, tiene como objetivo reconocer al Árbol Público Urbano como un Derecho Colectivo, que prevalece en toda actividad humana y por sobre cualquier derecho adquirido, además de promover la cultura ambiental y el respeto a la Madre Tierra, que permitirá mejorar la calidad de vida de todos los estantes y habitantes en las áreas urbanas, a través de la implementación de una política ambiental, permanente, racional y sustentable para el control, conservación y preservación del arbolado público urbano, que contribuya al Desarrollo Humano y mejore la calidad de vida de todas las personas en el área urbana.

A efectos de cumplir estos objetivos, se ha establecido que el Derecho Colectivo de recibir todos y cada uno de los beneficios que proporcionan los árboles que compones la Arboleda Pública Urbana, al constituirse estos en generadores de sombra, aire limpio, mitigadores de focos de calor, coadyuvadores al equilibrio del medio ambiente y diversidad de vida, además de buscar vivir libres de contaminación, es un derecho irrenunciable e inalienable, y como consecuencia se han impuesto deberes a las personas naturales y jurídicas, entre ellas, plantar un árbol cada tres años, y proveer todas las acciones necesarias  durante dos años para que el APU sembrado y/o plantado pueda adquirir un autonomía plena, asimismo se han estipulado catorce deberes que deberán asumir las Entidades Territoriales Autónomas “ETA´s“, entre los cuales resalta, el inventario municipal de todos los árboles públicos urbanos que deberá ser elaborado en el plazo máximo de un año, asimismo se ha establecido un régimen de incentivos y otro de prohibiciones, donde se prohíbe la poda, rebaje, desbrote, poda de limpieza, poda de formación, erradicación y/o tala dentro de las áreas urbanas, sea  por  personas  particulares  o  por instituciones  que  prestan  servicios públicos y/o privados, sin autorización previa emitida por la Entidad Territorial Autónoma Municipal competente dentro de su jurisdicción y el registro correspondiente. 

Asimismo, se ha tipificado  que  la conducta de las personas naturales que realicen erradicación y/o tala de Árboles Públicos Urbanos, sin la autorización y/o registro correspondiente emitido por la autoridad competente, se adecua como un acto de destrucción y deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, consagrado en el artículo 223° del Código Penal. 

Con la aprobación, promulgación e implementación de la norma referida, se demostrará que nuestro país, ha generado políticas que no solo quedarán consagradas en los ámbitos internacionales a partir de la Cumbre de Río de 1992, sobre Medio Ambiente y Desarrollo y, en especial, en el espíritu del Sexto Programa de Acción Comunitaria en materia de Medio Ambiente, plasmado en la Comunicación "Hacia una Estrategia Temática sobre el Medio Ambiente Urbano", la COP-21, y otros, si no que logrará que las áreas urbanas se conviertan en espacios amigables con la Madre Tierra, tiñendo de verde estas superficies territoriales, multiplicando los espacios naturales urbanos en nuestros municipios y regiones, que coadyuvarán al noveno pilar de la “agenda patriótica del Bicentenario 2025” y al Vivir Bien.